miércoles, 23 de mayo de 2007

Y sin embargo te quiero


Otra de esas letras que le dejan a uno sin respiración ...
La canta la corista de Sabina, su nombre es Olga, pero no sé su apellido, tiene una voz incríble. En el concierto de Joaquín Sabina de noviembre del año pasado en Quito era la canción que menos pensé escuchar, pero una de las que más me gustan, así que al escucharla casi colapso. Espero que la escuchen...


Me lo dijeron mil veces,
mas yo nunca quise poner atención.
Cuando vinieron los llantos
ya estabas muy dentro de mi corazón.
Te esperaba hasta muy tarde,
ningún reproche te hacía;
lo más que te preguntabaera que si me querías.
Y bajo tus besos en la "madrugá",
sin que tú notaras la cruz de mi angustia,
solía cantar:
Te quiero más que a mis ojos,
te quiero más que a mi vida,
más que al aire que respiro
y más que a la madre mía.
Que se me paren los pulsos
si te dejo de querer,
que las campanas me doblen
si te falto alguna vez.
Eres mi vida y mi muerte,
te lo juro, compañero,no debía de quererte (bis)
y sin embargo te quiero.


Y SIN EMBARGO TE QUIERO

Letra de Rafael de León

Letra de Antonio Quintero

Musica de Manuel Quiroga

viernes, 18 de mayo de 2007

Después de la tormenta...


Efectivamente, después de la tormenta viene la calma, por suerte esas cosas pasan así como vinieron, cual aguacero fuerte y luego del friecito... el calor y la quietud.

Creo que las lágrimas surtieron efecto después de todo.

Ayer lloré y hace rato que no lo hacía y fue catártico. Todo salió con el pretexto de la cancelación del viaje. Por suerte aprendí de mis errores pasados y tenía plan b y c, que tampoco es que estén mal, así que ya les contaré en qué quedó mi vida cuando termine de resolverse.

En fin, siempre nos quedará Paris...

jueves, 17 de mayo de 2007

Trágame tierra


Hoy fue uno de esos días terribles, en los que habría sido preferible no levantarme de la cama. Estaba esperando unos papeles para hacer un viaje y hoy me dijeron que el viaje se canceló... y claro, sentí como Amelié en la película, cuando se diluye y se convierte en agua, todo se me cayó. Otra vez sin piso. Ya sé que la vida está compuesta por momentos buenos y malos, pero a veces a uno se le acumulan tantos malos que ya no sabe dónde guardarlos.

Trágame tierra... Ahora necesito unas vacaciones en el Caribe, sin estrés y con mucha calma... O algo más fácil y más cercano, un fin de semana de rumba con los amigos... ¿se apuntan?

lunes, 14 de mayo de 2007

Del verbo domesticar


De todos los libros que he leído hay uno al que acudo a menudo cuando quiero leer algo y no sé qué, ese libro es El Principito. Y de todas las historias que le ocurren al dulce niño de rizos rubios, la que más significado tiene para mí es la de la imagen que puse arriba.
El Principito se encuentra con un zorro y el sabio zorro le expilca con una bella metáfora el significado de la amistad a partir de la palabra domesticar, a continuación les invito a releer esa parte de la historia.

-No -díjo el principito-. Busco amigos. ¿Qué significa "domesticar"? -volvió a preguntar el principito.
-Es una cosa ya olvidada -dijo el zorro-, significa "crear lazos... "
-¿Crear lazos?
-Efectivamente, verás -dijo el zorro-. Tú no eres para mí todavía más que un muchachito igual a otros cien mil muchachitos. Y no te necesito. Tampoco tú tienes necesidad de mí. No soy para ti más que un zorro entre otros cien mil zorros semejantes. Pero si me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo, yo seré para ti único en el mundo...
-Comienzo a comprender -dijo el principito-. Hay una flor... creo que ella me ha domesticado...


Dentro de mi caja de Pandora encontré las figuras de El Principito y el zorro, me las había dado un amigo muy importante, en ese entonces el amor de mi vida, y ese regalo tan chiquito singnificó un montón, en ese momento y ahora. Es uno de los tesoros que desempolvé de la cajita, pero que volví a guardar, esperando un mejor momento, uno en el que nuevamente la figura del niño sea otra vez la de El Principito y la del animal sea otra vez el zorro. Y para variar hay un fondo musical por detrás, esa canción tan linda de Fito, Brillante sobre el mic, en la que la letra dice:


Hay recuerdos que no voy a borrar
personas que no voy a olvidar
silencios que prefiero callar
son dos, las caras de la luna son dos
prefiero que sigamos mi amor presos de este sol
dejar, amar, llorar
el tiempo nos ayuda a olvidar
allá, el tiempo que me lleva hacia allá
el tiempo es un efecto fugaz
y hay, hay cosas que no voy a olvidar
la noche que dejaste de actuar
solo, para darme amor
y yo vi tu corazón brillante sobre el mic en una mano
y ausente de las cosas pensaste en dejarlo
y tirarlo junto a mi
hay secretos en el fondo del mar
personas que me quiero llevar
aromas que no quiero olvidar
silencios que prefiero callar
mientras vos jugas...


Y eso es lo que sentí al volver a ver las figuritas...

La caja de Pandora

Este fin de semana intenté arreglar mi cuarto y el estudio, la tarea fracasó, porque tengo un millón de papeles con los que nunca sé qué hacer. Tengo la manía de guardarlo todo, econtré incluso los papelitos típicos que me escribía con mis compañeros de clase hace tiempo ya.
Fue bueno encontrar un par de recuerdos perdidos por ahí: fotos, cartas, apuntes... Pero en esa caja de Pandora que abrí también encontré recuerdos que habría preferido aún no encontrar y una vez más, como regularmente sucede los domingos: I felt blue.
Encontré mis diarios de hace tiempo, y entre las decenas de cuadernos y papeles encontré también mi primer intento de poema, escrito cuando tenía siete años y dirigido a uno de los amores más constantes de mi vida, jejejeje, un gato.
Aún no sé qué hacer con tanto recuerdo, sobre todo ahora que estoy purgando la casa por el viaje. Hay cosas con las que quiero quedarme, otras que preferiría devolver, otras que debería botar. Creo que la depre de ayer fue el precio por haber abierto la caja de Pandora sin pensar en lo que podría pasar al abrirla, en lo que podría encontrar allí, por lo que la caja volvió a ser cerrada, lo que significa que uno de estos domingos se abrirá otra vez, para tirar lo tirable, guardar lo amable y entregar lo entregable.
Insisto, esa manía muy humana de los recuerdos es una arma de doble filo...