martes, 28 de agosto de 2007

Soledades

Esto de vivir sola ha hecho que, como hace tiempo no me sucedía, me encuentre con mi soledad. Esta etapa de autodescubrimiento me ha deprimido un poco. Es una depre extraña, pero en el fondo no me molesta. Es eso de levantarme y acostarme sola, y no me refiero a la cama, me refiero a la casa. Eso de llegar y saber que no va a haber nadie, ni gatito que me ladre ni nadie con quien charlar. Eso de saber que todas las llamadas serán para mí, que todas las cuentas llegarán a mi nombre, que es MI casa en desorden u ordenada, oliendo a limpio o no.
Ayer estuve con unos queridos amigos en la casa y les conté que estaba triste, y claro , todos dijeron "pero no estás sola, estamos nosotros" y sí, yo soy experta en aclararle a la gente que estoy aquí, pero se me olvida que ellos también están, que esa soledad es compartida, que aunque no vea a los amigos a diario, y a algunos casi no los vea, están ahí, en los cumpleaños y en los velorios, en las farras y en los llantos, en los amores y los desamores, en el trabajo, en el ocio, en las bodas (porque ya todos se están casando), en los divorcios (porque muchos se han divorciado).
Hace tiempo escribí un post para los amigos que están lejos, y creo justo en este punto escribirles a los que sí están, a los que caen a la casa, a los que almuerzan conmigo de vez en cuando, a las queridas vecinas de edificio gracias a las cuales la vida de soltera es más amable, a los amigos que me escuchan atentamente sin dar comentario, a los que se atreven a darlo, a los que me llevan de paseo, a los que me sacan a farrear, a los que me acompañan al cine o a las exposiciones, a los que prestan libros o películas, a los que me graban discos, a los del cole, a los de la u., a las compañeras de trabajo, a los peques favoritos, a las primas, en fin, pensándolo bien estoy rodeada de gente maravillosa entre tanta soledad.
Les dejo este post y un beso... y peques gracias por recordarme que hay con quien compartir los momentos... las tardes de cinco a doce, en el 4B...

viernes, 24 de agosto de 2007

The L Word



Durante estas vacaciones encontré los dvds de la serie gringa "The L Word", serie que ya había visto en cable hacía tiempo, pero no de corrido, sino algunos capítulos aislados. Me dio curiosidad y compré la primera temporada, y me volví adicta a la serie y ya estoy en la segunda. Y aunque debo reconocer que está llena de clichés, también es cierto que es una ventana hacia otro mundo, un mundo desconocido y nuevo para mí. Uno de los personajes principales es una chica que llega a Los Ángeles a visitar a su novio y descubre, casi sin querer, que le van las mujeres, por lo que la relación con su novio colapsa. Entonces ella empieza su autodescubrimiento y entra en el mundo L.
Me pareció interesante el coqueteo entre mujeres, las diferentes formas de seducción, la desaparición casi total de los hombres en el escenario. Y claro, se repiten los celos, los miedos, los enfrentamientos, las decepciones, los rompimientos, como en cualquier relación.
Es una serie provocativa, que dejó un montón de preguntas en el tapete, al menos para mí... Cuéntenme qué les parece cuando la vean.