lunes, 6 de septiembre de 2010

con broche de oro

Todas las historias inconclusas se cierran y resulta que hasta el fondo musical regresa para ese cierre. Me alegró saber de un concierto en octubre, pensé que este año ha sido definitivamente bueno, se han aclarado muchos panoramas, se han calmado algunas mareas.
Me siento bien, tranquila, estoy llena de proyectos que me interesan y ocupan mucho mi cabeza.
Aún extraño mucho a un niño que no está acá y al que no sé si vuelva a ver o cuándo. Pienso en él a menudo y a ratos no sé si es que lo extraño y ya o que estoy acostumbrada a los amores platónicos y eso me mantiene cerca de él pese a la distancia.

El viaje a Chile fue icreíble, en pocos días conocí lugares, gente; me reencontré con una amiga, sentí sabores nuevos, me perdí en las calles. Necesitaba salir de Quito, me renové.

El trabajo terminó con las vacaciones y ahora me mantiene ocupada todo el día. Proyectos, cursos, clases, reuniones, manualidades, planes de mudanza, el matrimonio de mi madre, el regreso de amigos viajeros.

Las amigas con sus hijos, con sus separaciones y divorcios. Otras amigas ennoviadas y felices, con planes de boda y todo.

Muchas decisiones se han tomado a lo largo de este año, muchas cosas han cambiado, pero creo que en lo que a mí respecta, la mayoría para bien.