martes, 29 de julio de 2014

sol de verano

Hace un sol que a mí no me gusta, pero que a mucha gente le encanta. Brilla el sol durante todo el día y el cielo está despejado, hay una luz maravillosa y aunque evito salir por las mañanas, por las tardes el clima es espléndido, esas horas las disfruto afuera.
Estoy de vacaciones, pasando una gripe fuerte, la gripe del despecho. Volví al gimnasio, estoy dedicada a ver películas, salir con gente querida, estar en la casa, reacostumbrarme a estar sola y a disfrutarlo.
Las plantas están dando flores, las violetas están bien contentas con el clima, el arbolito de limón ha crecido mucho, los cactus han dado flores también.
La V. está enorme y ya dice "chocolate" con total claridad. Cada vez es más graciosa y desconcertante, se hace entender a la perfección, canta, baila, charla, es un encanto.
La tristeza ya no es una constante, ahora viene y va, pero cuando viene se queda por un par de días.
Aún no tengo claro nada, no sé qué quiero, qué planes hacer, si salir del país en mis vacaciones o no, si quedarme, si buscar doctorado aquí o afuera...
Intento tomarme las cosas con calma, un día a la vez.
El clima ayuda, aunque el sol me parta la piel y me agote, ver la luz, ver las calles tan iluminadas, sí le cambia a uno el humor.
Aprender a valorar las cosas sencillas, en esa parte del proceso estoy; en esa en la que uno se detiene a apreciar el camino y no a buscar la meta. No hay meta, no hay punto de llegada, ahora solo hay camino. Estoy bien acompañada, está mi familia, están los vecinos, está la C., están los gatos, está esa gente a la que no había visto, a la que dejé de ver, la que está muy ocupada con su vida que hay que pedir cita, la que viene solo de vacaciones, está también esa gente a la que pensé que quería ver pero con la que ya no tengo nada en común.
Están las plantas, lindas y verdes, que alegran tanto la casa. Y me acuerdo que cuando nos fuimos  a vivir juntos no había una sola planta, las fuimos comprando juntos, fueron nuestros bienes compartidos. Compramos una gardenia, que nunca creció mucho, pero que siempre floreció, siempre daba sus dos gardenias, olorosas, lindas. La gardenia murió hace unos cuatro meses, lo puedo ver como una señal...

sábado, 12 de julio de 2014

triste

Pese a que intento superar esta etapa no lo logro, amanezco triste y me duermo triste, la tristeza invade mi pecho, se alimenta de mí, me invade y me siento débil e indefensa. Solo pienso en él, todo el tiempo y lo abandonada que me siento.

viernes, 11 de julio de 2014

la otra yo, una versión de la doble y única (P.P.)

Luego de ochos semanas le pedí que nos viéramos a los ojos, y se negó. Me negó lo único que me quedaba, esa fue la despedida, esa y el silencio que nos impuso, me refiera a él y a mí..
Lo que me queda... no esperar nada, dejar pasar por mí el dolor hasta que desaparezca, desquererlo (a él), desamarlo, odiarlo un poco, por cobarde, sobre todo por cobarde, sí, creo que lo demás ahora resulta secundario, bueno, por cabrón también.
Lo más difícil... reenamorarme de mí, reconciliarme con lo que dejé, entender mis temores para hacerlos chiquitos y manejables, reaprender a estar sola, saber estar sola, disfrutar de estar sola, como antes, como hace 4 años, cuando sabía acompañarme a mí, con la ventaja de que tendré 4 años más de sabiduría y experiencia y dos gatos enormes y hermosos, bueno, los gatos ya los tenía, pero eran pequeños.
La que soy ahora tiene dos gatos, uno adulto y uno joven. Esta que soy hoy se pintó el pelo de rojo y se lo cortó, ha viajado a dos nuevos países, está aprendiendo inglés, terminó la segunda maestría, presenta ponencia en una semana y está aprendiendo a patinar... pura ganancia.
Además al fin encontré la Alicia anotada que siempre había querido.
Esta nueva yo está buscando su lugar, se está purgando, se está rehaciendo, una vez más.
Esta yo comparte con la otra el llanto, siempre he sido llorona, ahora más, lloro con más experiencia. Y esta yo sabe reírse de sí misma mejor que las yo anteriores.
Esta yo que me cae mejor que la otra, a ratos, volvió al blog, esa también es ganancia.


hablar mirándose a los ojos


miércoles, 9 de julio de 2014

...


martes, 8 de julio de 2014

todo, todo, todo

Hoy puedo decir que dije todo, hice todo, no dejé un cabo suelto entre nosotros. Quise hasta el fondo, profundamente, aún lo quiero profundamente, pero es mi hora ya, es hora de pensar solo en mí y vivir solo para mí y entender que en este tramo voy sola, por mi cuenta. Suelto los pesos, levo anclas y me dejo ir, donde el camino me lleve, por más culebrero que sea. Las cartas están echadas y me voy en paz.