
Ayer estuve con unos queridos amigos en la casa y les conté que estaba triste, y claro , todos dijeron "pero no estás sola, estamos nosotros" y sí, yo soy experta en aclararle a la gente que estoy aquí, pero se me olvida que ellos también están, que esa soledad es compartida, que aunque no vea a los amigos a diario, y a algunos casi no los vea, están ahí, en los cumpleaños y en los velorios, en las farras y en los llantos, en los amores y los desamores, en el trabajo, en el ocio, en las bodas (porque ya todos se están casando), en los divorcios (porque muchos se han divorciado).
Hace tiempo escribí un post para los amigos que están lejos, y creo justo en este punto escribirles a los que sí están, a los que caen a la casa, a los que almuerzan conmigo de vez en cuando, a las queridas vecinas de edificio gracias a las cuales la vida de soltera es más amable, a los amigos que me escuchan atentamente sin dar comentario, a los que se atreven a darlo, a los que me llevan de paseo, a los que me sacan a farrear, a los que me acompañan al cine o a las exposiciones, a los que prestan libros o películas, a los que me graban discos, a los del cole, a los de la u., a las compañeras de trabajo, a los peques favoritos, a las primas, en fin, pensándolo bien estoy rodeada de gente maravillosa entre tanta soledad.
Les dejo este post y un beso... y peques gracias por recordarme que hay con quien compartir los momentos... las tardes de cinco a doce, en el 4B...