martes, 30 de septiembre de 2014

con un idiota, como una idiota

A ver, ya estuve como que muy idiota por mucho tiempo. Me niego a seguir así, sufriendo, lamentándome por lo que no fue, extrañando lo poco que quedó.
El tipo es un imbécil de lo peor, por lo menos conmigo fue un imbécil de lo peor, ojalá con las otras no.
Me mintió durante muuuucho tiempo, hizo planes solo, me dejó engañada esperándolo, cual Penélope, tejiendo y destejiendo, que sí voy, que no voy, que ven tú, que no sé.
Finalmente saltó todo, todo a la luz. Es inestable, eso lo sabía desde que empezamos, pero torpe, ciega, sorda y mensa, me metí en una relación con un tipo inestable.

No solo me mintió, me maltrató y manipuló de muchos modos, diciéndome a quién sí y a quién no le parecía a él que yo debía y podía ver, porque se sentía inseguro con la mitad de mis amigos y amigas.
Y no, obvio que no usaba la frase de no te doy permiso o no quiero que veas a tal o cual, pero se enojaba y había bronca cada vez que salía con amigos, sobre todo con amigos hombres.

Su inseguridad es algo que jamás logré entender, porque más monógama no puedo ser y más comprometida con la relación no podía estar, pero claro, hay gente y gente.

Mentirme, manipularme, maltratarme... eso dejé que esta relación me hiciera y seguí ahí hasta hace poco.

Finalmente pidió entrar en mi vida otra vez y le volví a creer y a abrir la puerta, en cuestión de días cambió de opinión y volvió a desaparecer dándome un portazo en la cara (metafórica la cosa).

Esto ya fue, ya estuvo, he pasado más de un año con angustia, miedo, sin certezas, recibiendo migajas.
Lo entregué todo, todo, todito, hasta lo que no se entrega, la paz, el amor propio, la calma.

Esto se acabó, esto murió hace rato y yo cargaba conmigo al difunto.

Dejo a mi difunto enterrado en Galápagos, un paraíso. Entierro todo, todito, todo.

Me voy yo, con lo que traigo puesto, sin esos miedos absurdos, sin su basura.

Yo me quiero y estoy conmigo, dispuesta a recomenzar a cada paso y hacer nuevos caminos.

Y tengo a gente linda que me acompaña de a ratos, amigos lindos, lindos, queridos, de esos que no se escapan a la primera, de esos que permanecen por años de años y están siempre.

¿Qué más puedo pedir?

lunes, 8 de septiembre de 2014

cuatro meses después

apareciste, reapareciste y ahora tengo más sentimientos encontrados que nunca.
cómo quisiera saber qué es lo mejor y hacer lo mejor y poner todas mis energías en eso.
dices que estás, que vas a estar y al mismo tiempo dices que no tienes nada para ofrecerme y yo me quedo como tonta, más enamorada y más confundida que nunca.
no pude dormir.
no puedo dejar de pensar en esto, en ti.
te esperaría si me dijeras que esto no va a ser así siempre, que es temporal, pero no dices nada.
y yo me derrito por ti.
no quiero jugar, nunca he querido jugar.
dices que tienes miedo de ti, de nosotros, de sufrir, de hacerme daño y no entiendo del todo eso porque siempre hay riesgos en las relaciones y siempre hay miedos.
no sé si soy un capricho, un juguete que no quieres prestar, o si en realidad me quieres, si en realidad te importo, si en realidad quieres construir algo conmigo.
no quiero sentarme a esperar otro año y que al final me digas lo mismo o ni me digas y desaparezcas como ya desapareciste estos meses.
estoy tan confundida.

ahhhhhhhhh


domingo, 7 de septiembre de 2014

todo lo que me quitas, y lo poco que me das

otra vez había logrado volver al centro, y con volver al centro quiero decir volver a vivir sin pensar en ti, sin extrañarte y salgo a bailar con amigos, y de pronto me deshago y lloro, en público, en un bar, no sé con qué canción, las lágrimas brotan aun cuando me opongo y lloro y lloro y lloro y no puedo dejar de llorar, y lloro porque te extraño, porque no importa quién está cerca sino tú, que estás lejos, en otro planeta, en nunca jamás.
te odio por quererte tanto, me odio por quererte tanto aún. te odio porque sé que no vales tanto amor y no vales tanto dolor y no vales tanto tiempo y no vales nada aquí, en mi mundo.
te odio porque aún hay lágrimas para ti en un día y en un lugar y con una gente con la que no tienes relación alguna.
me odio por darte un lugar, por quererte aún aunque no valgas nada.
y logro estar mejor y reírme, me río como loca, borracha de tristeza, borracha de alcohol, borracha de nostalgia.
me río de mi torpeza, me río de la música, de las parejas, de las letras de las canciones, me río.
y la noche se acaba y cuando está por acabarse la noche veo mi teléfono y estás ahí estás en él con un puto mail que no dice nada y que dice todo y que no dice nada y que dice todo.
puto silvio, puto celular, puta canción, puto tú que no tienes una idea de cómo me dañas, de cómo me descuajeringas la vida, de cómo me dañas cuando empiezo a estar bien.
por qué puta no me dejas en paz, por qué puta no te vas a la mierda de donde viniste y me dejas en paz y me dejas en paz, y me dejas en paz.
solo olvídame ya, solo quiero un poco de paz, no pensar en ti, no acordarme de ti.
vive tu vida como quieras, sigue con tus planes como quieras, solo déjame ir ya.
déjame a mí con mi vida en mi mundo, con quienes sí me quieren, con quienes sí me valoran, con quienes sí quieren estar conmigo.
déjame tú con tus rencores, no los quiero, no quiero nada de ti.
déjame ya.
suéltame.
quiero ser feliz, no intervengas.


lunes, 1 de septiembre de 2014

portazo

lo pongo en imágenes, y así es como me siento y no quiero volver a sentirme nunca más.
es como si me hubiera costado siglos conciliar el sueño y cuando lo logro llegas tú y das un portazo, aun sabiendo que irrumpías en mi sueño y mi descanso.

es como si te gustara el juego del gato y el ratón y lo buscaras a diario justamente cuando el gato está bien y no tiene ganas de ratón, ni de jugar.

es como si te hubieras dado cuenta de que había encontrado la paz y te jodiera y prefirieras herirme porque así te sientes a gusto.

es como si te hubieras ido hace ya un año diciéndome que volvías y no hubieras vuelto.

es como si me hubieras mentido por meses.

no, la que mintió fui yo, me dijiste que volvías, no fue como si me lo hubieras dicho.
me dijiste que me querías, no fue como si me lo hubieras dicho.
me cerraste las puertas, no es como si las hubieras cerrado.

algo de regocijo me queda, era como si yo hubiera sido demasiado fácil de olvidar, cuando en realidad no soy tan fácil de olvidar.
era como si me hubieras dejado de querer y extrañar, y no, aún me recuerdas a diario y me quieres, pero con ese cariño abstruso que te caracteriza.

es como si me hubieras querido cagar.
ah, ahí sí que lo lograste, me cagaste los 35, los 36 casi. me cagaste los planes.
y me los cago yo si te dejo cagarme más.

es algo así como un propósito de año nuevo:
no sufrir por quien no sabe querer.
no sufrir por quien no me conoce.
no sufrir por quien no se la juega por mí.
no sufrir por quien no cumple su palabra.
no sufrir por quien me quitó el sueño y los sueños.
no sufrir por quien me vio desechable.
no sufrir por los celos ajenos.
no sufrir por tu inmadurez.
no sufrir por ti un día más.
no contestar un solo correo más.
no dejar que ocupes un instante de mi tiempo.
no odiarte, no quererte, no extrañarte.

y sí:
disfrutar como he aprendido a disfrutar.
decir que no cuando quiero decir que no.
ver a mi gente querida, que es mucha y es muy querida.
viajar, viajar, viajar.
doctorado, doctorado, doctorado.
y antes de todo eso, y en el medio de todo eso, y al final de todo eso: salud y paz mental.
ommmmm