viernes, 20 de julio de 2007

Personajes




Entre los muchos personajes que admiro, por diversas causas, se encuentran Frida Kahlo y Federico García Lorca, sobre quienes he leído mucho, propio y ajeno.
Frida fue una incomprendida, solitaria, obsesiva y radiante mujer, llena de color, barroca, egocéntrica, maternal. Mi curiosidad por ella surgió hace años, cuando me llevaron al teatro Politécnico a ver una película sobre la vida de esta polémica mujer.
Yo era chiquita aún, y cosa extraña, la película no me extrañó demasiado, digo, no en el sentido de escandalizarme, aunque hubiera un par de escenas fuertes (tomando en cuenta que yo aún estaba en la escuela).
Desde entonces le tengo cariño a la figura de la Friducha y en Madrid, donde vi la versión de la vida de la pintora, encarnada por Salma Hayek, compré dos biografías y un libro para niños sobre ella.
Una de las mayores coleccionistas de las obras de la Kahlo es la también polémica Madona. Otra mujer interesante e icono actual.
No he tenido aún la posibilidad de ir a México y estar en Coyoacán visitando la Casa azul, ni de ver de cerca los vestidos y joyas de la excéntrica Frida, pero espero hacer eso pronto, como para sentirla un poquito más cerca.

Federico García Lorca es uno de los primeros autores que leí cuando era pequeña, de ahí mi amor por él. Yo tenía un hermoso libro con poesía para niños de García Lorca, y memoricé El lagarto y la lagarta

El lagarto está llorando
(Federico García Lorca)

El lagarto está llorando.
La lagarta está llorando.
El lagarto y la lagarta
con delantaritos blancos.
Han perdido sin querer
su anillo de desposados.
¡Ay, su anillito de plomo,
ay, su anillito plomado!
Un cielo grande y sin gente
monta en su globo a los pájaros.
El sol, capitán redondo,
lleva un chaleco de raso.
¡Miradlos qué viejos son!
¡Qué viejos son los lagartos!
¡Ay cómo lloran y lloran
¡ay! ¡ay!, cómo están llorando!


Luego, ya en la universidad, leí su teatro y el nexo se fortaleció.
En Granada fui a su casa (la quinta de San Vicente), que ahora está en medio de un parque, y fue una de las experiencias más conmovedoras que he tenido, difícil de explicar.


Al pensar en estas dos figuras, un poco locos, soñadores totales, iconos de su tiempo, polémicos, pienso en que cada uno de nosotros busca un mártir en quien creer y a quien creerle…

¿ustedes no?

1 comentario:

Olivia dijo...

Lilit, para variar coincido contigo en algo: visitar la quinta de San Vicnete en Granada fue una de las cosas más alucinante que me han pasado, es curioso pero en estos días he pensado mucho en esa visita. Fue hermoso estar en el cuarto donde García Lorca escribió varios versos, ver sus cosas, su piano, en fin. Y además ahí compré El diván del Tamarit. Alucinante.