ayer, casi sin querer queriendo, me enteré de que alguien a quien quiero mucho se va del país, y se me llenaron los ojos de lágrimas. Es impresionante cómo una noticia le puede cambiar el ánimo a uno.
Me sentí súper triste, hasta empecé a extrañar a esa persona y todavía está aquí.
Y ya sé que a estas edades la gente se va y vuelve, pero cada vez se me hace más duro que la gente más cercana se vaya... se me revuelve todo dentro, me siento incompleta... es como si una parte demí se fuera también... y sin embargo me quedo.
Por suerte pronto llegan dos amigos entrañables, y así la cosa se pone menos dura por un rato.
Creo que a la final me tocará sacar la visa gringa, con tanto amigo por allá tocará ir un ratito, o al doctorado capaz...
si se van vuelvan ya...
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