miércoles, 3 de septiembre de 2008

el trabajo

creo que en general hablo poco de mi trabajo, pero la verdad es que lo disfruto mucho. Doy clases en dos universidades, en la una estoy ya cuatro años y un poco más y en la otra dos. Este es mi primer semestre como tiempo completo, y estoy disfrutando la experiencia. Al fin tengo una oficina para corregir trabajos y recibir estudiantes, una compu que facilita mucho las cosas, y lo mejor es que ahora sí me pagan por preparar clases, darlas y corregir, digo ahora sí porque el sueldo de parcial es bajo para tanto trabajo que igual se hace.
Lo rico es que me armo el horario que quiera, mientras trabaje 30 horas semanales, así que decidí que los viernes voy a trabajar hasta la 1 para poder almorzar en Quito por lo menos una vez a la semana y de vez en cuando armar un paseo de viernes a domingo.

Por fin siento que toda la paciencia que he tenido me ha llevado a algún lado, que el trabajo que hago es bien recompensado y reconocido y siento cómo llega la estabilidad, por lo menos la económica, jeje.


Por ahora comparto la oficina con la Coordinadora de mi área, lo cual está bien porque estoy en un edificio bien ubicado de la U., tengo la fotocopiadora cerca y las caferías también. Lo malo es que no puedo recibir visitas porque siempre hay un río de gente que tiene preguntas y uno no se pude concentrar demasiado, pero hasta a eso me puedo acostumbrar.

Eso sí, extraño mi tiempo libre, eso de terminar al medio día todos los días y hacer lo que me plazca durante las tardes, pero terminar a las 4 la jornada está bien, me da para estudiar algo e ir al gimnasio y hacer vida social uno que otro día.

Y eso, los 29 van bien en muuuuchos aspectos. Me siento segura, tranquila y feliz.

1 comentario:

Olivia dijo...

Qué bueno, me alegro, viste, si así son los 29 cómo serán los 30, estoy segura de que seguirán pasando cosas buenas. Un abrazo