domingo, 7 de septiembre de 2008

a los 30

Hoy decidí arreglar un montón de papeles; encontré trabajos de estudiantes, apuntes, fotocopias, exámenes, facturas... un montón de basura inútil. Luego me encontré con una carpeta en la que están todos los documentos que usé en España, desde la credencial hasta la tarjeta de alquiler de videos, las de los almacenes, la del banco, en fin, me encanta guardar objetos inservibles.
Luego, en otra carpeta encontré el documento que certifica el divorcio de mis papás, y no recuerdó cómo llegó ese papel a mis manos ni cuando. Me imagino que lo tomé de los papeles de mi mamá en el algún momento, no sé porqué ni para qué o hace cuánto. Creo que nunca lo había leído y hoy lo leí. Leí algo que me dejó perpleja, se divorciaron cuando tenían los dos 30 años. Y ahora que mis 30 se aproximan me parece incomprensible cómo alugien puede casarse y divorciarse tan joven.
Las relaciones son tan frágiles. Y yo debo haber tenido 7 años en ese entonces, y como a muchas personas en el mundo, ese acontecimiento me marcó y lo continúa haciendo.

Me imagino que soy como soy también por ese aspecto de mi vida.
Ese documento me dio mucho en qué pensar... y pienso en las decisiones tomadas, en los caminos elegidos...

1 comentario:

Eri dijo...

yo no quiero ni revisar porq siempre voy teniendo mas cosas... como pasan los años... y comoe ran las relaciones antes no? mis viejos tmb se divorciaron cuando era muy chiquita yo, hay cosas q por mas q pasen siempre estan. Besos