sábado, 1 de octubre de 2011

entre el amor y el olvido

No puedo olvidarte, a ratos porque creo que no quiero, a ratos porque siento que no es posible y ya.
Pasan los días sin verte y me siento dividida. Soy dos.
Una que puede vivir sin verte, sin saber de ti, pero que no deja de pensar en ti.
La otra, que no se aguanta las ganas de correr a tus brazos, de buscarte, la que no piensa, la que no medita, la que actúa por impulso, la fuerte, la débil.
Estoy escindida, me partiste.
No sé en qué lugar estamos, no sé que nombre darle a esto, pero aún no pierdo tu fragancia, la memoria de tu cuerpo, los recorridos.
Pierdo la voluntad cuando veo tus ojos, me dejo llevar por el deseo, por la alegría, por la única certeza que tenemos.
Esa energía tan fuerte que fluye, que nos amarra, esa intución sobre el otro, esa espera, escondidos, viéndonos sin vernos, detrás de una puerta, al otro lado de una ventana, rodeados de gente, viéndonos sin vernos.
Y en ese momento, en ese que solo tú y yo comprendemos, me pierdo y te encuentro, en ese momento el  todo desaparece y solo existimos tú y yo. No es necesario hablar, las miradas lo dicen todo, en ese momento ahuyentas mis dudas y sin embargo la distancia continúa.
No sé por qué tiene que ser tan difícil, no sé por qué el miedo nos gobierna y nos define.
No debería ser tan difícil, no debería ser tan doloroso.
Estás aquí, en mi ciudad, te veo cada semana en esos corredores, te veo y no te veo, te veo e intento suponer que no eres tú, para no temblar, para dejar de tropezarme contra mesas y sillas, para dejar de sentir que mi cuerpo está subido en una montaña rusa sin límites.
Intento ocupar mi tiempo en millones de actividades, y sin importar la actividad, el día o la hora tú me persigues. Estás en todos los lugares, estás en todas las canciones, estás tan dentro mío que siento que ni partiéndome en pedazos saldrías del todo.
Busco nuevas dimensiones en mi vida y resulta que estás en todas, busco nuevos lugares y solo pienso en la felicidad que habría sentido si estuviéramos ahí juntos.
Veo un cuadro, una pintura, una película, un noticiero y necesito compartirlo contigo, preciso tu comentario.
Cómo apagar todo esto, cómo si cada vez estás más presente en todo.

No hay comentarios: