Hoy puedo decir que dije todo, hice todo, no dejé un cabo suelto entre nosotros. Quise hasta el fondo, profundamente, aún lo quiero profundamente, pero es mi hora ya, es hora de pensar solo en mí y vivir solo para mí y entender que en este tramo voy sola, por mi cuenta. Suelto los pesos, levo anclas y me dejo ir, donde el camino me lleve, por más culebrero que sea. Las cartas están echadas y me voy en paz.
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