miércoles, 3 de octubre de 2007

El tiempo vuela

Me pasa desde hace poco, creo que desde que vivo sola, que el tiempo pasa con una rapidez que me deja pasmada. Siempre me hacen falta unas diez horas para hacer todo lo que tengo pendiente, además de lo que quiero, lo que debo y lo que surge sin aviso. Cosas de la edad, digo yo. Había escuchado que con la edad el tiempo se acorta, empiezo a sentirlo de cerca, y la verdad es que me aterra.

Ayer me levanté, pensando en el cronograma del día, y dejé unas cuántas cosas pendientes para hoy, así que espero que este sea un día súper productivo...
Esto del tiempo es tan subjetivo...
A veces uno quiere que el tiempo vuele, sobre todo cuando cuenta los días para que algo suceda, alguien se vaya o vuelva, para tener una respuesta sobre un viaje, un trabajo, una relación; y sin embarto, el tiempo pasa lento, cada segundo nos pesa en la espalda, el reloj no se mueve, el minutero se encoge y el teléfono no suena, por ejemplo.
Y cuando somos felices, cuando queremos que un instante sea eterno, entonces el indescifrable Cronos decide jugarnos a la casita y pasar veloz, dejándonos sin aliento, despeninándonos un poco y recordándonos que la eternidad dura lo que el pestañear... nada.
Sin olvidar el domingo, día insólito, en el que el tiempo transcurre de maner extraña, triste, pesada... Entonces yo me pregunto qué pasa con el tiempo, por qué se prolonga y encoge sin permiso, sin aviso, porqueeeeeeeeeeeeeeeeeeeeé.

4 comentarios:

Ti. dijo...

los domingos son eternos y grises

Nadia dijo...

Creo que cuando eres niña, realmente vives el momento juegas HOY, no juegas para lo que va a venir la próxima semana, me imagino que por ahí debe estar el secreto, realmente VIVIR el momento en el que estás y no pensar en los millones de trabajos que tienes que corregir la próxima semana... que mierda!

Olivia dijo...

Pues yo también me he dado cuenta de que mientras más grande eres el tiempo pasa más rápido, como que te alcanza para menos cosas, no sé. Solo cuando hay que esperar por el sueldo es eterno.

Chopán dijo...

me pasó algo así recién que me di cuenta de que tengo como cuatro libros pendientes o más y el tiempo se va y se va... Alguna vez oí que los latinoamericanos tendemos a disfrutar más del tiempo en actividades placenteras (por eso los cafecitos duran horas y los almuerzos se van hasta la merienda) no somos TIME IS MONEY y creo que eso bueno...