Tengo días de certezas, de lo bueno y lo malo, de fortuna, la certeza solo puede ser fortuna, porque la duda se va.
Haberme traído a los gatos ya es fortuna.
Tener un asesor de tesis como el que tengo es fortuna, que su pareja (porque odio los términos esposa y mujer) sea tan simpática, inteligente y agradable, es fortuna.
Tener compañeros tan maravillosos es fortuna también, cómo llegan a una clase el Luis, el David, la Edith... los amo.
Cuánto crezco al escucharlos a todos, todas sus voces todo su encanto, toda su individualidad.
Ellos me hacen amar mi experiencia en México, amarla más.
La Casandra ya me había persuadido de México, el Erick ya me había hecho querer este país, y luego el país solo me hizo amarlo, cuánta fortuna de ser bienvenida aquí, cuánta, cuánto amor he recibido, cuánta gratitud en dos años.
Cuánto.
Hoy grito FORTUNA a los cuatro vientos, buena fortuna, a todos
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