miércoles, 31 de diciembre de 2014

fin de año, fin de tramo

Se termina hoy este año, tan duro, tan difícil para el amor y el desamor, tan inesperado y doloroso y al mismo tiempo tan grato en amistades y recorridos.
Es inevitable pensar en lo perdido, en lo que se quedó en el camino y en lo que se acabó. Dejo este 2014 con dolor por todo eso pero contenta por la gente que ha continuado cerca y por gente maravillosa que ha aparecido.
He viajado, he ido y venido y estoy nuevamente aprendiendo a transitar sola por estos caminos.
Esta semana apareció en mi vida como por arte de magia una perrita, está ahora en la casa y estamos acompañándonos, es parte de nuestra familia urbana intercultural y estamos felices de tenerla cerca.
Mi pequeña V. ha crecido un montón, ahora es divertido charlar con ella y preguntarle cosas y escuchar sus respuestas infantiles.
Con la L. somos más cercanas que nunca.
La C. sigue viviendo acá, seguimos fortaleciendo la amistad y la familia urbana.
Con la I. hay un distancia enorme desde hace más de un año, pero seguimos, aunque de forma discontinua, siendo parte de la vida de la otra.
El D. también ha sido un compañía importante en estos últimos meses tan duros, es un amigo solidario y confiable.
La G. está bien de salud, está experimentando el sector público y viviendo fuera de Quito, tan valiente y fuerte como solo ella sabe ser.
La N. vino de vacaciones pero es evidente que siente un abismo entre nosotras que nosotras no sentimos, lo cual es triste porque no nos hemos visto como deberíamos y quisiéramos, pero aún hay días para arreglar las fisuras y cariño inmenso que perdura pese a la distancia y los malos entendidos.
Vinieron a nuestras vidas dos mexicanos, una pareja muy linda y querida, hicieron parte de nosotros inmediatamente.
El trabajo ha sido bueno este año, han salido varias chauchas, me subieron el sueldo.
Con mi mamá siento cada vez una distancia más grande, y es extraño porque nuestro amor por supuesto es incondicional, pero creo que no nos vemos reflejadas en la otra como antes y eso ha sido duro.
Y así transcurrió un año más, uno del caballo, que me revolcó y me hizo reconocerme otra vez y en eso estoy, en el continuo y eterno reconocimiento.



jueves, 6 de noviembre de 2014

recorriendo caminos conocidos

Volver, volver no siempre significa regresar.
Volví a Buenos Aires cinco años después. Vi nuevamente lugares que me encantan y que me traje conmigo, vi esas enormes avenidas, esos museos, pero sobre todo vi a gente, linda gente que me he encontrado en el camino y a la que quiero conservar.
Estuve con la Eri, en su casa, en su mundo. La vi recuperándose de una cirugía, la vi contenta.
Estuve con la Nary, en su casa, con sus destiempos y sus locuras.
Vi a la Lu, nos invitó a cenar.
Volví a los lugares del cariño y de las caricias y fue extraño, bonito, emocionante. Sin embargo se hizo más evidente que nunca el paso del tiempo, lo distinta que soy, la búsqueda que tengo ahora y lo que me hace feliz hoy.
Fueron buenos los reencuentros, pese a que el clima de lluvia y tormenta no fue amigable, los amigos lo fueron.
Estuve sola en calles en las que había caminado acompañada, me perdí, me ayudaron a retomar el rumbo.
Estoy en un momento intenso de toma de decisiones, son muchas y simultáneas y ahí estoy.
En realidad estoy consciente de que la vida me sonríe de muchas maneras. El desamor me pesa, pero cada día pierde algo de peso.
Pensé en él en esas calles que me habría encantado recorrer en su compañía y eso fue doloroso. Sin embargo ahora que soy esta otra, tan distinta a la de hace un mes o dos, no creo que soportaría volver a esas otras rutinas. Estoy construyendo nuevos caminos, con nueva gente, ojalá en nuevos lugares.

miércoles, 8 de octubre de 2014

creía en ti

Yo creía en ti de mil y un modos. Creía en tu palabra, en tus ideas, en tus sueños y en tus temores.
Al llevarte el nosotros te llevaste mi fe en ti, mi confianza.
Ya no te creo y por lo mismo ya no te quiero.
Sí quiero los recuerdos, los momentos, los detalles, todo eso que es pasado, pero ya no es.
Rompiste lo único que no debió romperse, lo que debió quedarnos, y eso no lo perdono.
Ahora extraño la imagen que construí de ti, pero ya no a ti.
Añoro recuerdos creados, fantasías.
Ya no sé quién eres, ese en quien creía ya no existe y estoy de luto por eso.
Enterrar a un muerto duele, enterrar a un vivo es doblemente doloroso.
No creo que el camino nos cruce, tenemos rutas diferentes.
Voy lamiéndome las heridas, van curando lentamente, vas quedando borroso, vas sabiendo añejo.
Mientras más de ti suelto, más alto logro llegar, y eso tiene múltiples significados.
Me despido de ti, sabiendo que ya no estás, sabiendo que mañana no me sentiré como hoy ni como ayer.

martes, 30 de septiembre de 2014

con un idiota, como una idiota

A ver, ya estuve como que muy idiota por mucho tiempo. Me niego a seguir así, sufriendo, lamentándome por lo que no fue, extrañando lo poco que quedó.
El tipo es un imbécil de lo peor, por lo menos conmigo fue un imbécil de lo peor, ojalá con las otras no.
Me mintió durante muuuucho tiempo, hizo planes solo, me dejó engañada esperándolo, cual Penélope, tejiendo y destejiendo, que sí voy, que no voy, que ven tú, que no sé.
Finalmente saltó todo, todo a la luz. Es inestable, eso lo sabía desde que empezamos, pero torpe, ciega, sorda y mensa, me metí en una relación con un tipo inestable.

No solo me mintió, me maltrató y manipuló de muchos modos, diciéndome a quién sí y a quién no le parecía a él que yo debía y podía ver, porque se sentía inseguro con la mitad de mis amigos y amigas.
Y no, obvio que no usaba la frase de no te doy permiso o no quiero que veas a tal o cual, pero se enojaba y había bronca cada vez que salía con amigos, sobre todo con amigos hombres.

Su inseguridad es algo que jamás logré entender, porque más monógama no puedo ser y más comprometida con la relación no podía estar, pero claro, hay gente y gente.

Mentirme, manipularme, maltratarme... eso dejé que esta relación me hiciera y seguí ahí hasta hace poco.

Finalmente pidió entrar en mi vida otra vez y le volví a creer y a abrir la puerta, en cuestión de días cambió de opinión y volvió a desaparecer dándome un portazo en la cara (metafórica la cosa).

Esto ya fue, ya estuvo, he pasado más de un año con angustia, miedo, sin certezas, recibiendo migajas.
Lo entregué todo, todo, todito, hasta lo que no se entrega, la paz, el amor propio, la calma.

Esto se acabó, esto murió hace rato y yo cargaba conmigo al difunto.

Dejo a mi difunto enterrado en Galápagos, un paraíso. Entierro todo, todito, todo.

Me voy yo, con lo que traigo puesto, sin esos miedos absurdos, sin su basura.

Yo me quiero y estoy conmigo, dispuesta a recomenzar a cada paso y hacer nuevos caminos.

Y tengo a gente linda que me acompaña de a ratos, amigos lindos, lindos, queridos, de esos que no se escapan a la primera, de esos que permanecen por años de años y están siempre.

¿Qué más puedo pedir?

lunes, 8 de septiembre de 2014

cuatro meses después

apareciste, reapareciste y ahora tengo más sentimientos encontrados que nunca.
cómo quisiera saber qué es lo mejor y hacer lo mejor y poner todas mis energías en eso.
dices que estás, que vas a estar y al mismo tiempo dices que no tienes nada para ofrecerme y yo me quedo como tonta, más enamorada y más confundida que nunca.
no pude dormir.
no puedo dejar de pensar en esto, en ti.
te esperaría si me dijeras que esto no va a ser así siempre, que es temporal, pero no dices nada.
y yo me derrito por ti.
no quiero jugar, nunca he querido jugar.
dices que tienes miedo de ti, de nosotros, de sufrir, de hacerme daño y no entiendo del todo eso porque siempre hay riesgos en las relaciones y siempre hay miedos.
no sé si soy un capricho, un juguete que no quieres prestar, o si en realidad me quieres, si en realidad te importo, si en realidad quieres construir algo conmigo.
no quiero sentarme a esperar otro año y que al final me digas lo mismo o ni me digas y desaparezcas como ya desapareciste estos meses.
estoy tan confundida.

ahhhhhhhhh


domingo, 7 de septiembre de 2014

todo lo que me quitas, y lo poco que me das

otra vez había logrado volver al centro, y con volver al centro quiero decir volver a vivir sin pensar en ti, sin extrañarte y salgo a bailar con amigos, y de pronto me deshago y lloro, en público, en un bar, no sé con qué canción, las lágrimas brotan aun cuando me opongo y lloro y lloro y lloro y no puedo dejar de llorar, y lloro porque te extraño, porque no importa quién está cerca sino tú, que estás lejos, en otro planeta, en nunca jamás.
te odio por quererte tanto, me odio por quererte tanto aún. te odio porque sé que no vales tanto amor y no vales tanto dolor y no vales tanto tiempo y no vales nada aquí, en mi mundo.
te odio porque aún hay lágrimas para ti en un día y en un lugar y con una gente con la que no tienes relación alguna.
me odio por darte un lugar, por quererte aún aunque no valgas nada.
y logro estar mejor y reírme, me río como loca, borracha de tristeza, borracha de alcohol, borracha de nostalgia.
me río de mi torpeza, me río de la música, de las parejas, de las letras de las canciones, me río.
y la noche se acaba y cuando está por acabarse la noche veo mi teléfono y estás ahí estás en él con un puto mail que no dice nada y que dice todo y que no dice nada y que dice todo.
puto silvio, puto celular, puta canción, puto tú que no tienes una idea de cómo me dañas, de cómo me descuajeringas la vida, de cómo me dañas cuando empiezo a estar bien.
por qué puta no me dejas en paz, por qué puta no te vas a la mierda de donde viniste y me dejas en paz y me dejas en paz, y me dejas en paz.
solo olvídame ya, solo quiero un poco de paz, no pensar en ti, no acordarme de ti.
vive tu vida como quieras, sigue con tus planes como quieras, solo déjame ir ya.
déjame a mí con mi vida en mi mundo, con quienes sí me quieren, con quienes sí me valoran, con quienes sí quieren estar conmigo.
déjame tú con tus rencores, no los quiero, no quiero nada de ti.
déjame ya.
suéltame.
quiero ser feliz, no intervengas.


lunes, 1 de septiembre de 2014

portazo

lo pongo en imágenes, y así es como me siento y no quiero volver a sentirme nunca más.
es como si me hubiera costado siglos conciliar el sueño y cuando lo logro llegas tú y das un portazo, aun sabiendo que irrumpías en mi sueño y mi descanso.

es como si te gustara el juego del gato y el ratón y lo buscaras a diario justamente cuando el gato está bien y no tiene ganas de ratón, ni de jugar.

es como si te hubieras dado cuenta de que había encontrado la paz y te jodiera y prefirieras herirme porque así te sientes a gusto.

es como si te hubieras ido hace ya un año diciéndome que volvías y no hubieras vuelto.

es como si me hubieras mentido por meses.

no, la que mintió fui yo, me dijiste que volvías, no fue como si me lo hubieras dicho.
me dijiste que me querías, no fue como si me lo hubieras dicho.
me cerraste las puertas, no es como si las hubieras cerrado.

algo de regocijo me queda, era como si yo hubiera sido demasiado fácil de olvidar, cuando en realidad no soy tan fácil de olvidar.
era como si me hubieras dejado de querer y extrañar, y no, aún me recuerdas a diario y me quieres, pero con ese cariño abstruso que te caracteriza.

es como si me hubieras querido cagar.
ah, ahí sí que lo lograste, me cagaste los 35, los 36 casi. me cagaste los planes.
y me los cago yo si te dejo cagarme más.

es algo así como un propósito de año nuevo:
no sufrir por quien no sabe querer.
no sufrir por quien no me conoce.
no sufrir por quien no se la juega por mí.
no sufrir por quien no cumple su palabra.
no sufrir por quien me quitó el sueño y los sueños.
no sufrir por quien me vio desechable.
no sufrir por los celos ajenos.
no sufrir por tu inmadurez.
no sufrir por ti un día más.
no contestar un solo correo más.
no dejar que ocupes un instante de mi tiempo.
no odiarte, no quererte, no extrañarte.

y sí:
disfrutar como he aprendido a disfrutar.
decir que no cuando quiero decir que no.
ver a mi gente querida, que es mucha y es muy querida.
viajar, viajar, viajar.
doctorado, doctorado, doctorado.
y antes de todo eso, y en el medio de todo eso, y al final de todo eso: salud y paz mental.
ommmmm


domingo, 31 de agosto de 2014

si me dijeras

si hoy me dijeras que estás, que sigues, que siempre estuviste, que vienes por mí, si hoy me dijeras eso, yo correría a tus brazos y dejaría todo, menos los gatos, para ir a tu lado.
si hoy tuvieras el coraje de decirme la verdad.
si fueras valiente hoy, si abrieras el corazón.
si por primera vez y para siempre me vieras, de verdad y te vieras, de verdad.
si vieras mis ojos hoy, si me pudieras leer hoy.
si yo pudiera ver tus ojos, esos que dejé de ver hace tanto, si vieras los míos, si de verdad me vieras.
si comprendieras lo profundo que es este amor, lo solitario que está sin ti.
si me quisieras hoy como hace un año, como hace tres.
si tuviera una certeza como la que tenía hace tres, hace cuatro.
si no te quisiera todo lo que te quiero.
si estuviera más enojada de lo que estoy, si estuviera todo lo enojada que debería estar y ya, podría cerrar esta llave, para que el agua dejara de escaparse como se escapa.
si pudieras verme, si pudiera verte.
si pudiera creer que se acabó todo, como debería creer que pasó.
si no creyera tanto en ti como aún creo.
si fuera como quiero que sea, si solo fuera así, hoy no estaría llorando como estoy ni sola en esta cama como he estado desde que te fuiste diciendo que volvías.

domingo, 10 de agosto de 2014

me gusta

Finalmente alguien me gusta, y me pone nerviosa la sensación y vuelvo a sentir cosas que no había sentido en mucho tiempo. Es gracioso cómo trabaja la mente, empiezo a imaginar escenas posibles, a esperar que se conecte, que escriba, que llame... y no ha pasado nada, pero me emociona el que haya opciones y el volver a sentir.

miércoles, 6 de agosto de 2014

cuando el corazón late otra vez a mil

Mientras por el día pienso en el ex, y pienso que estoy en el hoyo, por la noche las cosas cambiaron. Salí con mis primos y con sus amigos y vi a alguien en quien podría empezar a pensar y la sola posibilidad de que alguien me pueda interesar me pone a mil y de buen humor.
Me tomo un par de padrinos, charlamos y nos reímos y siento que estoy viva y a mil y feliz y de buen humor. Vuelvo a sentir cada poro y veo posibilidades y se abren los caminos. Y no importan las respuestas ni las preguntas, solo importa que me reencontré conmigo, que aquí estoy.

martes, 29 de julio de 2014

sol de verano

Hace un sol que a mí no me gusta, pero que a mucha gente le encanta. Brilla el sol durante todo el día y el cielo está despejado, hay una luz maravillosa y aunque evito salir por las mañanas, por las tardes el clima es espléndido, esas horas las disfruto afuera.
Estoy de vacaciones, pasando una gripe fuerte, la gripe del despecho. Volví al gimnasio, estoy dedicada a ver películas, salir con gente querida, estar en la casa, reacostumbrarme a estar sola y a disfrutarlo.
Las plantas están dando flores, las violetas están bien contentas con el clima, el arbolito de limón ha crecido mucho, los cactus han dado flores también.
La V. está enorme y ya dice "chocolate" con total claridad. Cada vez es más graciosa y desconcertante, se hace entender a la perfección, canta, baila, charla, es un encanto.
La tristeza ya no es una constante, ahora viene y va, pero cuando viene se queda por un par de días.
Aún no tengo claro nada, no sé qué quiero, qué planes hacer, si salir del país en mis vacaciones o no, si quedarme, si buscar doctorado aquí o afuera...
Intento tomarme las cosas con calma, un día a la vez.
El clima ayuda, aunque el sol me parta la piel y me agote, ver la luz, ver las calles tan iluminadas, sí le cambia a uno el humor.
Aprender a valorar las cosas sencillas, en esa parte del proceso estoy; en esa en la que uno se detiene a apreciar el camino y no a buscar la meta. No hay meta, no hay punto de llegada, ahora solo hay camino. Estoy bien acompañada, está mi familia, están los vecinos, está la C., están los gatos, está esa gente a la que no había visto, a la que dejé de ver, la que está muy ocupada con su vida que hay que pedir cita, la que viene solo de vacaciones, está también esa gente a la que pensé que quería ver pero con la que ya no tengo nada en común.
Están las plantas, lindas y verdes, que alegran tanto la casa. Y me acuerdo que cuando nos fuimos  a vivir juntos no había una sola planta, las fuimos comprando juntos, fueron nuestros bienes compartidos. Compramos una gardenia, que nunca creció mucho, pero que siempre floreció, siempre daba sus dos gardenias, olorosas, lindas. La gardenia murió hace unos cuatro meses, lo puedo ver como una señal...

sábado, 12 de julio de 2014

triste

Pese a que intento superar esta etapa no lo logro, amanezco triste y me duermo triste, la tristeza invade mi pecho, se alimenta de mí, me invade y me siento débil e indefensa. Solo pienso en él, todo el tiempo y lo abandonada que me siento.

viernes, 11 de julio de 2014

la otra yo, una versión de la doble y única (P.P.)

Luego de ochos semanas le pedí que nos viéramos a los ojos, y se negó. Me negó lo único que me quedaba, esa fue la despedida, esa y el silencio que nos impuso, me refiera a él y a mí..
Lo que me queda... no esperar nada, dejar pasar por mí el dolor hasta que desaparezca, desquererlo (a él), desamarlo, odiarlo un poco, por cobarde, sobre todo por cobarde, sí, creo que lo demás ahora resulta secundario, bueno, por cabrón también.
Lo más difícil... reenamorarme de mí, reconciliarme con lo que dejé, entender mis temores para hacerlos chiquitos y manejables, reaprender a estar sola, saber estar sola, disfrutar de estar sola, como antes, como hace 4 años, cuando sabía acompañarme a mí, con la ventaja de que tendré 4 años más de sabiduría y experiencia y dos gatos enormes y hermosos, bueno, los gatos ya los tenía, pero eran pequeños.
La que soy ahora tiene dos gatos, uno adulto y uno joven. Esta que soy hoy se pintó el pelo de rojo y se lo cortó, ha viajado a dos nuevos países, está aprendiendo inglés, terminó la segunda maestría, presenta ponencia en una semana y está aprendiendo a patinar... pura ganancia.
Además al fin encontré la Alicia anotada que siempre había querido.
Esta nueva yo está buscando su lugar, se está purgando, se está rehaciendo, una vez más.
Esta yo comparte con la otra el llanto, siempre he sido llorona, ahora más, lloro con más experiencia. Y esta yo sabe reírse de sí misma mejor que las yo anteriores.
Esta yo que me cae mejor que la otra, a ratos, volvió al blog, esa también es ganancia.


hablar mirándose a los ojos


miércoles, 9 de julio de 2014

...


martes, 8 de julio de 2014

todo, todo, todo

Hoy puedo decir que dije todo, hice todo, no dejé un cabo suelto entre nosotros. Quise hasta el fondo, profundamente, aún lo quiero profundamente, pero es mi hora ya, es hora de pensar solo en mí y vivir solo para mí y entender que en este tramo voy sola, por mi cuenta. Suelto los pesos, levo anclas y me dejo ir, donde el camino me lleve, por más culebrero que sea. Las cartas están echadas y me voy en paz.

miércoles, 18 de junio de 2014

No soy la misma

Por fortuna o por infortunio no soy la misma que era hace cuatro años, en el 2010, cuando nos conocimos.
No puedo dudar, ni por un segundo, respecto a cuánto he cambiado y crecido a partir de esa relación.
No soy la misma y eso prueba que me pude entregar, quise cambiar cosas de mí para ser mejor pareja, mejor persona. Durante mucho tiempo él sacó lo mejor de mí, lamentablemente yo fui capaz de sacar lo peor de él, siento que era capaz de enloquecerlo y él a mí.
Fue una relación absolutamente pasional.
Claro que he cambiado, y en tantos aspectos, de tantas formas. Mi cabeza se abrió de muchas maneras, y se cerró de muchas otras. No quedó intacto nada.
Y entre tanto cambio ahora me busco, en el fondo, en lo profundo, para ver qué quedó, qué quiero rescatar y de qué prefiero deshacerme.
No estoy bien aún, no me siento completa ni tranquila todavía, pero siento que ese camino comenzó, que ahora queda curar, reposar, pensarme, repensarme, hacer planes sola, aprender a estar sola.
Y me queda la nostalgia, me me invade todos los días, con la que aún duermo.
Pero afuera hace sol, un lindo día. Empezó el verano. El viento sopla.
La gente está de mejor humor.
El año del caballo me arrastró, pero parece que ya se detuvo un rato o que retomé yo el paso.

martes, 17 de junio de 2014

¿Y las perdices?

Me quedé esperando el final feliz de la historia: Él se confunde, termina con la relación, pasa el tiempo y se da cuenta de que su mejor versión de sí mismo actúa cuando está con ella. La busca y comen perdices para siempre.
Jamás he comido perdices, no sé si me gusten y tampoco sé por qué espero finales felices, de cuentos de hadas que jamás ocurren.
Me concentro en lo que no tengo y no veo lo que está en mis narices.
Afuera hace un sol veraniego, sopla el viento.
Afuera no estoy triste, encerrada ni frustrada.
No necesito comer perdices.
Tengo todo lo demás.

domingo, 15 de junio de 2014

lo que dejan los ex

Al hacer una readecuación del a casa, que ya es mi casa y no nuestra casa, encuentro sus cosas: fotos, sombreros, libros, ropa, zapatos, cables, herramientas, documentos, condimentos...
Decido sacar todo, no volverlo a ver.
No funciona, está en todas partes aunque sus cosas no estén.
Está en los rincones, en los recuerdos, es doloroso pasar por ciertos lugares, ocupar esos espacios que ya no son más nuestros, y aún parece imposible habitar este hogar pensándolo como solo mío.
El gato al que le puso nombre ya no se acuerda de él, pero yo sí.
Empiezo a recordar el proceso doloroso de mi separación anterior, hace años.
En esa ocasión dejé de escuchar cierta música, de ir a ciertos lugares y ver a cierta gente, y recordé que eso ayudó en algo, pero no fue la solución para nada.
Ahora México me duele, y todo tiene que ver con ese país, no sé por qué.
Busco algo como una purga, vomitarlo todo, deshacerme de todo lo que tengo dentro, aunque duela.
La purga me hizo cambiarme de cuarto, volver al blog, ver a cierta gente, intentar salir más.
La purga aún está en su inicio y es dolorosa, espero que funcione.

Pero además del dolor, los ex dejan cosas buenas, intento quedarme con eso, que es bastante.
Recuerdo con cariño sus detalles, que fueron miles. Sus ganas de cocinar para mí y los míos, la música que grabó para mí, las fotos que me tomaba cuando comenzamos, las caminatas por el centro, los apodos cariñosos, su calidez, su inteligencia, su agudeza, su dulzura.

Son tesoros que lamentablemente debo dejar de atesorar y añorar para poder sobrevivir. Debo hacer como él me enseñó una vez, pasar de un momento a otro, dejar que él y los recuerdos con él se queden en ese otro momento, en el pasado.


jueves, 12 de junio de 2014

En el camino

Hace tres semanas empezó este camino incierto y a solas. Hace tres semanas se terminó la relación más importante que he tenido hasta ahora con otro ser humano/pareja. Esta semana ha sido la peor de tres, y quién sabe cuántas faltan. Ahora mismo estoy en un instante de calma, en un día no tan malo de una semana terrible. Ahora puedo ver las cosas de pie y no tirada en el piso, sin ánimos, sin ganas, sin esperanzas.
Ti habló de dejar ir, yo aún no me siento capaz de soltar, aún estoy aferrada a lo que fue y ya no será. Es muy poco tiempo y mucho, es mucho daño, mucha soledad pero muy poco tiempo para olvidar y dejar ir. Espero estar bien pronto, espero reponerme y rearmarme y sobre todo reconocerme y dejar de sentir lástima por mí y rencor hacia él.
Es mi año en el horóscopo chino y siento que he sito arrastrada por potros salvajes a través de matorrales con espinas.
Me acuesto en la cama y vienen los gatos a hacerme compañía, no me dejan, están alertas a cualquier ruido, movimiento, decisión o llanto.
Durante las noches de insomnio están conmigo, mientras me preparo un té, mientras busco algo para ver que me dé sueño, mientras me doy vueltas en la cama con ideas fijas y odiosas, y recuerdos y reproches.
La paso mal, pero no estoy sola.
Intento recordar cómo fueron esos años en los que disfrutaba tanto de la soledad, en los que no buscaba pareja, en los que no dependía emocionalmente de nadie. Ahora soy dependiente y tengo síndrome de abstinencia y me desgarro.
Me inscribí en un gimnasio, estoy haciendo yoga, intento estar rodeada de gente gran parte del día, voy al trabajo, veo series, salgo, voy al cine, camino, como, y al final del día siento que soy una autómata, vivo porque no hay de otra y eso no me enorgullece. 
Hoy disfruté de la luz del sol mientras estaba sentada en el bus.
Disfruté de acostarme un rato al lado de mi mamá, disfruté de un almuerzo en familia, hice alguna broma, me permití sonreír.
Hoy no dejé ir nada aún, pero siento que yo me dejé llevar un poco.
Me he descubierto temerosa de la soledad, de los cambios, de lo nuevo.
Me aterra la idea de buscar un doctorado lejos y sentirme miserable estando sola.
Me aterra no volver a sentir amor.
Me aterra no volver a ser amada.
Me aterra conservar este malhumor, este cinismo, esta pena de mí, este rencor, este enojo, esta rabia.
Estoy aprendiendo de mis temores, terrores.
Y los gatos me acompañan incondicionales, y ahora su abrazo es mi abrazo diario.

lunes, 9 de junio de 2014

mujeres

Vivo en un mundo en el cual me rodean mujeres. Estoy rodeada, vea hacia donde vea, por mujeres fuertes, diversas, valientes, y pienso en ellas hoy para no desmoronarme.

Estoy rota, y aún no puedo juntar mis piezas, me está costando, doliendo.

Y la mujer que me levantó hoy está al otro lado del mundo, a miles de kilómetros y trece horas de diferencia horaria,  y me acaba de decir que me escribirá en mi mañana y logra sacarme una sonrisa, y se va a trabajar, y la vida sigue.

Y la mujer que pasó por una odiosa cirugía y un millón de tratamientos médicos durante el último año me pregunta siempre cómo estoy, me acompaña, me escucha, y la vida sigue.

Y la mujer que no duerme nunca por atender partos, estudiar y trabajar me va a ver posguardia, como en medio de un sueño, y me acompaña, y la vida sigue.

Y la mujer mamá me da de comer tres veces a la semana, e intento lucir tranquila, estable, y cuando me desmorono llora conmigo un rato, y luego la vida sigue.

Y así mis mujeres, las más queridas, todas, me acompañan en estos traspiés, me comprenden, me animan.

Y las ganas que tengo de despertarme de esta pesadilla se transforman en calma por un momento y a lo mejor logre dormir luego de tomar este té y de hablar de ellas cuatro, y seguramente me voy a despertar en mi mañana un poco más fuerte, o tal vez aún no, pero ellas van estar ahí de todos modos y eso me deja acostarme e intentar dormir.

Un día a la vez, un día a la vez.


sábado, 7 de junio de 2014

años luz

Hace tanto tiempo que no había venido por aquí. Y vengo hoy, frustrada, enojada, deprimida.
Es una lástima haber dejado este espacio por tanto tiempo y volver a él cuando me siento así de sola y vacía.
Este lugar me dio libertad, era un espacio que espero poder retomar, para hablar de todo y de nada, de lo que me pasa, de los que me rodean.

Hoy tengo 35, y me siento como cuando tenía quince años menos, pero no por la juventud y vitalidad, sino porque siento que no he aprendido a llevar bien mis relaciones, mis finanzas, mi vida.

En lugar de aprender a desprenderme, estoy más aferrada que nunca a todo, más rencorosa, más enojada.

Me odio un poquito y odio un poquito al mundo, y a los cinco minutos estoy de buenas conmigo y con el mundo y luego vuelvo al odio y así.

En estos tres últimos años perdí a varias amigas, por distintas razones, y ahora son desconocidas, y es doloroso no saber de sus vidas, aunque en su momento yo decidí tomar distancia, porque me parecía lo más saludable y a ellas les pareció bien, porque jamás me buscaron. Y hace poco perdí a mi pareja, que pensé que era la pareja de mi vida, mi hogar. Ahora me siento más sola que nunca.